TERCER DIA : RECORDANDO A LOS ENFERMOS

TERCER DIA : RECORDANDO A LOS ENFERMOS

(Joe Oliveri)

Sagrada Escritura:

Romanos 8:18-27

Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. 

Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. 

Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve? 

Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles; y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios. 

Reflexión

En tiempos como el presente, parece que hay muy poco que podamos hacer y no mucho que podamos decir. No es raro sentirse impotente durante toda esta locura. Aunque soy un adulto joven, encajo en una categoría de salud vulnerable. Al ser alguien que podría experimentar síntomas graves del virus, también es desconcertante no saber realmente cómo podría ser afectado.

Esto me da miedo. El miedo también puede ser un tipo de enfermedad. Como una enfermedad, el miedo se propaga fácilmente y rara vez alguien lo supera. El miedo que personalmente he sentido y el miedo que he visto en otros es el miedo a lo desconocido. Es una locura pensar que somos una sociedad con un vasto conocimiento y experiencia en la resolución de tantos problemas, y luego aparece una incógnita y todos nos desorientamos y nos sentimos impotentes. Incluso a pesar de todo el miedo a lo desconocido, creo que hay esperanza. Por un lado, esta no es la primera crisis de salud que enfrenta el mundo. Siglo tras siglo, la humanidad continúa. Aún más importante, tenemos la esperanza que proviene de nuestra fe en la cruz y la resurrección de Jesucristo y en el reino que él prometió.

Pablo les dice a los romanos que el sufrimiento actual no es nada comparado con la gloria que se revelará. Lo que me sorprende de esta escritura y lo que me alivia es la idea de que Pablo no solo quiere que veamos el lado positivo. No, nuestra esperanza está en algo, o mejor, en alguien que está más allá de lo que podemos ver. Está en una realidad aún por revelar. ¡Está más allá de lo que vemos! Me doy cuenta de que la esperanza en la cultura moderna ha girado como una especie de "aferrarse al aire". Pero, creo que Cristo nos enseña a través de Pablo que la esperanza no es aire para ser atrapado sino aire para ser inhalado. Todos podríamos tener un resultado en mente: que los enfermos mejoren, que el mundo vuelva a la "normalidad”. " Pero, a la luz de esta escritura, podemos desafiarnos a nosotros mismos para responder a lo desconocido al mirar más allá incluso de estas resoluciones terrenales a algo más grande. Cuando hacemos esto, ya no nos aferramos al aire, sino que respiramos en el aire de la esperanza. En otras palabras, respiramos en el Espíritu Santo y permitimos que el Espíritu Santo habite en nosotros.

Si está en cuarentena, ya está ayudando a otros a no enfermarse. Esa es la mayor parte del resultado que podemos controlar. El resto es desconocido. Entonces, a medida que pasan los días debemos esperar pacientemente que llegue la gloria. Una gloria nunca vista. Una gloria que, relacionada con nuestro verdadero bien, nuestro mayor bien.

Preguntas de reflexión

1. ¿Has visto o escuchado algo que te ha dado esperanza últimamente?

2. ¿Qué significa “Porque en la esperanza somos salvos” para ti? ¿Te produce calma o preocupación? ¿Cómo te llama a actuar como cristiano en este tiempo?

Joe Oliveri es el Director de Relaciones con los egresados de Saint Meinrad Archabbey. Tiene una maestría en el Ministerio Pastoral de la Universidad de Dayton y vive en New Albany, IN con sus dos gatos. Él y su prometida, Meghan, esperan el día de su boda este verano.